¡Atención!, si tienes un estómago débil, es mejor no leer el siguiente artículo
No se trata de una Morgue Forense, ni mucho menos de algún salón de Patología, ni nada por es el estilo. Es nada más que una panadería.
En verdad, aunque no lo creas, lo que tienes frente a tus ojos no es otra cosa que los productos de una panadería en Bangkok, Tailandia. Se trata de pan común y corriente horneado y decorado para que parezcan suculentas partes humanas.
Sin duda alguna que se requiere algún tipo de conocimiento morfológico para imitar con tanta precisión las estructuras del cuerpo humano. Las tonalidades asemejan características histológicas –propias de los tejidos-, para lo cual es necesario considerar fenómenos cadavéricos como livideces – manchas de posición-, típicas de un muerto mutilado. El responsable de ésta “masacre panadera” es Kittiwat Unarrom, un estudiante tailandés de arte, cuya familia tiene una larga tradición en la preparación de pan.
Unarrom comenzó a expresar su inquietud artística pintando retratos, hasta que regresó al negocio familiar y decidió cambiar el pincel por el rodillo y la pintura por masa. El émulo de Unarrom fue encontrado luego de visitar el hospital local y revisar libros de medicina y anatomía.
Los moldes en los que se preparan las tenebrosas piezas son caseros y, aunque pudiera parecer que los detalles de sangre, ojos y moretones van más allá de lo real, fueron realizados con pasas, nueces y chocolate.
Es de admirar la figura más impresionante, el rostro humano, ya que muestra relación con los puntos craneométricos. La simetría en ojos, nariz, labios y mandíbula dan solidez a la cara. Tanto la expresión facial como la presencia de hematomas – golpes- hacen de éste modelo el de mayor similitud a la región anatómica real.
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| La Similitud con el rostro es muy evidente. |
El costo aproximado de una réplica de la cabeza es de 7 350 baht (~ 216 dólares).
